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TOP 🔝👉 Cris Carrascosa (@CarrascosaCris_ en Twitter / X) al Desnudo (No Literal)

Cris Carrascosa (@CarrascosaCris_ en X / Twitter) es una de esas personas que nos gusta traer a TOP: HACE COSAS. Y es que Cris, además de ser fundadora y CEO en ATH21 (aunque nunca se planteara siquiera tener ni gestionar una empresa), tiene un podcast y una newsletter, y es bastante activa en Twitter. A Cris le encanta el #BuilInPublic y, pese a no conocerla (aunque seamos los 2 de Valencia - Amunt!), parece una tía re-maja. ¡Cris siempre en mi equipo! 💪

Foto de Cris Carrascosa en X / Twitter

En la TOP al desnudo de hoy, Cris Carrascosa nos cuenta aventuras y desventuras varias, lo que le llevó a montar su empresa y sus planes de futuro. Pero mejor que nos lo cuente ella misma.

¡Muchas gracias Cris por pasarte por The Open Projects! 🤩

⚠️ No dudes en compartir este contenido si lo ves interesante. Ya te adelanto yo que lo es.

Nunca quise tener, ni montar, ni fundar, ni gestionar una empresa. Nunca es nunca, en 35 años de vida. Ni por asomo he tenido espíritu “emprendedor” que llaman. Soy una persona bastante solitaria y muy independiente, más de leer que de hablar. No me llevo bien con los números (soy discalculia diagnosticada) y la paciencia tampoco es mi punto fuerte.

¿Y qué narices haces con una empresa de servicios, y un equipo de 10 personas? La verdad, disfrutar a saco de mi trabajo, sentirme mega afortunada de currar con ellos y aprovechar una oportunidad única que me puso la vida a huevo.

Cuando Daniel me propuso esta colaboración me senté a reflexionar sobre el camino que me llevó hasta ATH21, la empresa que fundé y dirijo. Una firma de servicios legales centrada en proyectos de tecnologías muy sofisticadas, y más en concreto, tecnología Blockchain y criptoactivos (o web 3, como lo llaman algunos). No tenía las ganas de emprender, pero por lo que parece, si tenía el producto. Y lo tuve antes de que el resto de la competencia (en España) descubriera el tema. O eso creo. También contaba con la reputación y el track record, que en el sector servicios es un must. Cuando fundé ATH21 hace 3 años, llevaba casi 10 metida en el ecosistema cripto, había trabajado para la Comisión Europea, liderado el equipo legal que hizo la primera emisión bajo supervisión del regulador con tokens y vivido en Suiza, centro neurálgico en aquel momento de todo lo que se hacía en cripto. En aquel momento yo era “la loca” del Bitcoin.

Mi madre, casi todos mis colegas y muchos compañeros de trabajo me miraban con más pena que gloria asumiendo que dejaba una carrera profesional que no me iba mal, por 4 frikis que hacían cosas raras con un activo que primero fue una estafa piramidal, luego humo, después el mecanismo con el que los malos compraban armas y actualmente, el objeto de inversión de los fondos más importantes del planeta. Nunca me ha importado como me miren los demás, la verdad.

Pues eso. Que en esta vida las ostias siempre, siempre, son oportunidades. Solo hay que secarse las lágrimas rápido, sacudirse el disgusto y mirar hacia delante. En este caso el revés no me dio a mí de forma directa pero ni falta que hizo, la onda expansiva fue suficiente. Así que me vi dejando el trabajo por voluntad propia y sin pensar en qué iba a ser de mi.

Pocas semanas después tenía una propuesta para “montar” ATH21 de un potencial
socio, y un montón de clientes que solo confiaban en mi para ayudarlos con sus
proyectos y que dejaron el despacho en el que trabajaba, para ir allá donde yo
recalara. Parecía una oportunidad rotundamente clara, así que, palante. ATH21 fue una realidad en marzo de 2021, y menos un año después yo estaba dando a luz a mi primer hijo y pactando la salida “amistosa” de aquel socio. Uno de los años más duros de mi vida, que me enseñó que el empresario no nace, se hace. 15 días de baja maternal, meses de tensión y mal rollo, un montón de pasta de por medio y mil errores que seguro que no vuelvo a cometer.

Y bueno, ¿Qué es de ATH? Ahora mismo, 3T de 2023, hemos duplicado la facturación del 2021, y crecido respecto a la del 2022, teniendo en cuenta que hemos hecho una inversión en equipo bastante fuerte. De 3, pasamos a ser 5 y este año, 10.

Yo, como os he adelantado antes, ni sé, ni me interesan los términos o los fenómenos startuperos, pero este último año me han hecho varias ofertas para comprar ATH. Nuestra especialidad no solo es difícil de aprender (no hay prácticamente cursos buenos sobre la parte legal de todo esto), sino que tiene un coste transaccional para muchos despachos demasiado alto como para entrar a competir en un nicho tan pequeño, por lo que algunos de ellos consideran que tiene más sentido comprar un equipo que funciona e incorporarlo a la firma. Esa es una, claro. La otra es que hemos sido capaces de generar una tasa de beneficio muy superior a la media. Esto no es magia eh, es una gestión de costes bastante frugal. Muy mía, por otro lado. Gastamos en lo importante lo que sea necesario, pero ni un euro en lo demás. No pagamos premios o rankings de empresas, no compramos titulares, negociamos el alquiler de las oficinas hasta que no había margen para un céntimo más, y mantenemos a raya los costes recurrentes. Y tenemos unos clientes cojonudos, que eso si, es lo más importante.

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